TOQUE DE TAMBOR Y MEJORANA


En 2001 tuve el honor de diseñar el libro, "Toque de diana" (ISBN 978-9962-802-16-4), del poeta panameño Héctor Collado en el que aparece esta foto como ilustración de portada. ¡Qué tiempos aquellos! Por asunto de costos, las portadas de los libros de la Universidad Tecnológica salían en negro y un color (en este caso "rojo ladrillo"), y no se hacían separaciones, sino que había que enviarle a la imprenta dos hojas para que ellos hicieran dos negativos y los montaran, primitivamente, en una portada a dos colores razonablemente buena para el tipo de equipo con que se hacían, se hacen los libros de la UTP.

Encima de todo el equipo, cuasi fotocopiadora, sistema de offset, sólo admite imágenes de muy alto contraste, así que las fotos originales deben ser en blanco y negro, muy tramadas, o sólo se obtiene una mancha fea. Los últimos libros se han hecho usando separaciones de colores, abaratadas en años recientes, dando resultados notablemente mejores y los últimos dos los hicimos con fotografías a la medida a todo color. Es cierto, anteriormente los resultados no siempre fueron buenos, pero a mí me gustó mucho cómo quedó la portada de este libro de Héctor Collado.

Aún así, con ese sistema básico, en colaboración entre la UTP y ONE-ARROW.com, sacamos cuarenta libros (sesenta y cuatro contando los editados con otros colaboradores). Es decir, a pesar de las restricciones de equipo, en la imprenta de la tecnológica editamos más literatura que la que se ha hecho en cualquier otra editorial de Panamá. La universidad de los ingenieros al servicio del invento más hermoso del ser humano, el arte sublime de la palabra. Pero eso es tema de otro escrito.

En éste lo que importa es el poemario de Héctor. Una colección de poemas que invitan a la acción: ¡Tócamela!, ¡Siémbrame!, ¡Bésame!, Déjame salir de tu pupila, Construyamos un puente... Ah muchacha, Ah muchacha... Pero sobre eso, un homenaje a la mujer, "huella hermana de mi huella", a la que "hace lugar en su vida / para albergar la mía...", a la que se le pide "sepúltame debajo de tu corazón / como aquel nunca que siempre / como aquel siempre que nunca, / y llévame flores de sal / de cuándo en cuándo", a esa mujer especial y única de la que "yo sé de memoria sus territorios, / la geografía de su olor, / los accidentes de su lengua". Homenaje que sólo aquel que está dispuesto a erguirse para alcanzar y poder mirarla a los ojos podrá apreciar.

La foto del típico tambor panameño, encuentro del negro con el criollo, que es a la vez la coincidencia del indio con el europeo, origen de nuestra música más íntima, de nuestra cultura, es de una serie que hice en los noventa viajando por Veraguas, Herrera y Los Santos (más exactamente, entre La Mesa, Pedasí y Parita; entre Venao, Santa Catalina, la desembocadura del Santa María y el inefable Golfo de los Mosquitos), corazón geográfico y cultural de eso que llamamos panameño. Este tambor, en especial, era de un grupo cuyo nombre desconozco, que en plena ciudad de Santiago de Veraguas, un domingo cualquiera, se reunió en la avenida central, provocando un baile y esta foto con un toque especial, toque de tambor y mejorana.

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© José Luis Rodríguez Pittí
Foto publicada por primera vez en el libro de Héctor M. Collado, "Toque de diana" (UTP, Panamá, 2001).
El texto aparece por primera vez en esta página.